COSTA DE BIZKAIA
El litoral de Bizkaia, a lo largo de los
150 km que separan Ondarroa y Muskiz,
combina municipios tradicionales y
costeros que esconden hermosos
arenales y entornos naturales.
El litoral de Bizkaia, a lo largo de los
150 km que separan Ondarroa y Muskiz, combina municipios tradicionales y
costeros que esconden hermosos
arenales y entornos naturales.
La sinuosa costa bizkaina está surcada
por pequeños pueblos pesqueros y calas
recortadas que configuran
por pequeños pueblos pesqueros y calas
recortadas que configuran
un paisaje repleto de contrastes.
Playas, puertos y acantilados se confunden con
las cercanas cumbres en todo el litoral vasco.
El visitante podrá disfrutar de pequeñas villas marineras,
quedará asombrado ante las 28 playas de la costa bizkaina
y observará aves de mil especies en la
Reserva de la Biosfera de Urdaibai.
Comenzamos nuestro recorrido en la desembocadura del Ibaizabal-Nervión,
presidida por el emblemático Puente de Bizkaia,
denominado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
en julio de 2.006.
en julio de 2.006.
Al otro lado del Abra destacamos Getxo,
dotada de numerosas mansiones y palacios,
así como el antiguo puerto pesquero de Algorta.
Siguiendo el bello paseo que recorre la costa
llegaremos hasta los municipios de Sopelana
y Gorliz, poseedores ambos de playas naturales.
Tras visitar Armintza
y Bakio, la cuna del txakoli bizkaino,
camino a Bermeo tendremos la oportunidad
de ver un espléndido paisaje natural que cautivará al visitante:
San Juan de Gaztelugatxe, junto al cabo de Matxitxako.
Bermeo, municipio ligado claramente al mar,
es el puerto más septentrional de la costa de Bizkaia.
Allí se ubican el Museo del Pescador,
la iglesia gótica de Santa Eufemia y la torre medieval de Ercilla,
pero el lugar más emblemático lo constituye la isla de Izaro.
Su animada vida callejera y sus excelentes restaurantes son otras
dos buenas razones para recalar en este municipio.
Continuamos por la costa, pasando por el centro neurálgico
de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, hasta alcanzar Mundaka,
desde cuya Atalaya se observa una de las panorámicas más bellas
y relajantes de toda Bizkaia: la desembocadura de la ría de Urdaibai
fundiéndose con el mar y la isla de Izaro en el horizonte.
Esta simbiosis origina la mejor ola izquierda de Europa,
lo que atrae a numerosos surfistas de todo el mundo.
Otra sorprendente vista puede apreciarse desde el mirador de Portuondo,
en la carretera hacia Pedernales-Sukarrieta, con su arena fina.
Este recoleto lugar cuenta con unas cuantas calas al borde de la ría,
como las que dan entrada a otros dos arenales
muy frecuentados por los bañistas: Laga
y Laida.
Pronto nos deslumbrarán dos de los pueblos costeros
más singulares del litoral bizkaino:
Elantxobe, con sus casas vertiginosamente suspendidas sobre la ladera,
y la pequeña y apacible localidad de Ea.
Muy cerca se sitúa Lekeitio,
otra de las localidades pesqueras más importantes
y bellas de la costa bizkaina.
y bellas de la costa bizkaina.
Uno de los lugares más hermosos del Cantábrico, donde destacan sus playas,
la isla de San Nicolás y su casco histórico,
características que convierten al municipio
en destino turístico de primer orden.
en destino turístico de primer orden.
En las inmediaciones del puerto se alza la iglesia gótica de
Santa María de la Asunción.
Santa María de la Asunción.
Las estrechas y empinadas callejuelas de este poblado municipio acogen,
especialmente durante el verano y los fines de semana,
a una animada multitud que alterna en sus tascas y bares.
Sus restaurantes ofrecen además productos de la más alta calidad.
Para poner fin a nuestro recorrido costero,
por una panorámica y curvilínea carretera,
llegaremos a Ondarroa, villa marinera que se apiña sobre su puerto,
base de la flota de altura más importante de la costa vasca.
Como en muchos otros pueblos de la costa vasca,
en Ondarroa emana un ambiente arrantzale;
como muestra, solo es necesario pasear por el puerto
y percatarse del fuerte olor a pescado.
En este municipio deben visitarse: la iglesia gótica de Santa María,
la casa-torre medieval de Likona,
un edificio construido en el año 1500, 
que aún conserva elementos
que aún conserva elementos
constructivos originales,
y sigue la estética característica
de las edificaciones señoriales
de la Edad Media.
y sigue la estética característica
de las edificaciones señoriales
de la Edad Media.
Es un inmueble de planta cuadrada,
con cubierta a dos aguas.
La Torre Likona está construida
en una zona de amplia pendiente,
lo cual tiene una gran influencia
en la estructura.
Está erigida con sillarejo, con sillería en los ángulos y en los
marcos de los vanos originales...
y, cómo no, sus templos gastronómicos...
